DEL LODO QUE SE HIZO CON EL AGUARegresé de Monterrey mientras
Victoria tomaba un baño en la tina de mármol y se quedaba dormida. El motor del avión silente, la gente alrededor no se oía, solo ví -genial- el movimiento de las bocas,
Omar parece que roncaba. En mis oídos solo las regias voces de la última llamada: Cuatro treinta a eme: estridente: estremecedora:
Polisémica: Gaby T. lo digo luego porqué tu firma en un cártel cartel.
El agua que inundó a
borbotones (esta palabra glugla que borbolla) el centro del patio del Museo Metropolitano en Monterrey me sugirió salir del edificio y mojarme bajo el aguacero: Borbollé de gusto. De palabras. De toda la gente.
Intrépida caí de golpe (golpe de ideas, de ensueño, onírica) sobre mi parietal izquierdo de sábanas blancas. Guardé entre ellas las expresiones, los cuerpos, los murmullos de ese par de días.( Días: ideas-idas). Tengo en mi cráneo el eco del sonido de las voces que no puedo repetir. Los ojos inanes de quien no tuvo boca. La expresión expresa de media noche bajo las rejas de la propia lengua. Lengua rea. Lengua cancelada. Helada. Lengua vestida a rayas blancas y rayas negras. Ah qué lengua la mía, tan cebra queriendo ser tigra. Tan cebra en Tijuana dígase pues: burra.
Tengo la risa callada de
Tryno y la receta tradicional del pesto: albahaca hojas frescas trituradas. Sal queso piñones pimienta.(
Omar otra vez, sí, porque con
Omar hasta la Victoria Secret,
dix it) Aceite de oliva. Wiki sin cáscara, pedia sin kiwi
of course. Tengo el mortero, es de metal. Todo eso combinado con el descubrimiento: multicolor frasquito tembloroso del frugal
Arturo Ramírez Lara. Que suene y resuene Pantera. Pero no la rosa. Una pantera rosa es una pantera rosa es una pantera rosa es una pantera rosa.
Chucky-san.
Cuando la silla ves del cerro, se escucha el válido balido. La pregunta es: ¿Quién quiere un becerro? Ay doncella no te dilates, con la canasta de los,
Minerva no te rías que me muero de la ídem.
Índice de mano izquierda baja la espalda imaginaria, los ojos descuencados:
Antonio Ramos. Quien en julio irá a Torreón. (Con todo y dedo pero sin ojos para que el corazón no sienta. Sin razón). Justo ahí entonces conocí a
Daniel.
Sara Uribe. Sara huye. Sara huye e imperativo: ve. Pero vé porque Sara entonces tiene que volver a venir. Ya tengo un libro que sí se lee. Te extrañamos
Paty, Bú! y
Mariana.
Nohemí,
Luis,
Iván, Belén pensando: todo esto gracias a ustedes también. (Otra vez borbolla el agua a borbotones, ella dice, pero acá, ahora tiembla).
(
Paco: la cara al ras: la musa sigue enferma, dice que saludos a
don Moho. Pronúnciese con jota).
Yo no tenía las cajas blancas. Ésas. Las perdidas. Las tan buscadas. Yo: les juro: yo no las tenía. Pero Ah, qué bueno que lo sospecharon y qué bueno que llamaron y qué mejor que contesté y a ver qué carajos hago con la
nostalgia porque también tengo puro lodo.